UN NUEVO CAPÍTULO DENTRO DE LA RESILIENCIA EMPRESARIAL.
Por: Paola Alexandra Vela – Directora Generación de Demanda – Grupo ZFB
En un mundo nuevo donde aprendimos que los ojos sonríen, la belleza facial se juega la partida en la zona buco – nasal y los abrazos son vitamina para el alma, nos encontramos con el gran reto empresarial, profesional y personal de volver a la oficina, y la gran pregunta a resolver es:
¿Cómo será el nuevo entorno laboral en una era post-covid?
El reto del 2021, y su “arranque” no tan prometedor, está precedido por las peores cifras macroeconómicas de Colombia en 20 años. Crecimiento del PIB de -6,8%, tasa de desempleo del 16,1%, inversión extranjera bordeando el mismo % del PIB en el año 2000 ( 2,7%), la demanda semanal de energía todavía en cifras negativas frente al 2019 ( -2,8%), inflación de 1,68% y la pérdida del ingreso mensual promedio de los hogares ( $ 1.068.000), hace que las decisiones tomadas desde el sector público en términos de vacunación (rapidez y alcance de la misma), restricciones a la movilidad – en pro de preservar el sistema de salud – sean determinantes, así como las decisiones del sector privado en cuanto a invertir, desarrollar nuevos productos, y en específico moldear una nueva forma de trabajar, ya no basada desde la supervivencia sino desde la sostenibilidad y el equilibrio.
Hoy, algunas industrias siguen trabajando desde casa, y sus colaboradores siguen haciéndose “mañas” para ser un “todo en uno” (mamá, esposo, hijo, jefe, proveedor, cliente, vecino y amo) tratando de no morir en el intento. Bien aprendida nos quedó la lección en tiempos de virtualidad de la puntualidad y el valor de los minutos – porque Zoom, Teams y Hangouts nos convirtieron en “más puntuales que pretendiente feo”. Sin embargo, también hicieron que extrañáramos esos momentos de interacción – porque hablar mal del jefe, sacarle provecho al chascarrillo ocurrido a un colega y compartirlo con los compañeros de trabajo a la hora del almuerzo también es una terapia y ¡de las más efectivas!.
Frente al escenario de volver a las oficinas y de acuerdo con la firma JLL, los demandantes de espacios corporativos están aceptando que tal vez NUNCA volverán a operar como lo hacían antes de la pandemia y que la continua adaptación a las condiciones cambiantes será fundamental para los éxitos futuros requeridos. En este sentido afirma: “las organizaciones más exitosas serán aquellas que puedan ofrecer condiciones flexibles para retener a su personal”. En síntesis, un modelo híbrido donde no se pierdan las cualidades del mundo presencial y las nuevas habilidades y modos de trabajar recién adquiridos en el mundo digital.
Y entonces, ¿Qué puede entenderse como un modelo híbrido?
En una encuesta realizada por la misma firma a 2.000 personas de 10 países (en tiempos de cuarentena y retorno paulatino a las actividades productivas) mostró que el 75% de los encuestados querrían seguir trabajando de manera remota 1 o 2 días a la semana y el 70% de estos consideraba que la oficina es el mejor lugar para crear equipos y relacionarse con el staff directivo. Dicho de otra manera nos estamos enfrentando a un escenario en el cual el trabajo remoto llegó para quedarse y la oficina (entendiéndose como sede principal, satélites y modelos de coworking) para establecerse en el nuevo modus operandi corporativo.
Grandes, medianas y pequeñas empresas tratarán de encontrar la fórmula más equilibrada a sus necesidades. Probadas las mieles y hieles de no salir de casa y de extrañar profundamente los espacios colectivos de trabajo, se puede entender que no se trata sólo de una oficina, es en cambio, un ecosistema en el que la productividad, innovación y bienestar confluyen sin intermitencia.
Cushmann & Wakefield en su magazine THE EDGE afirma por su parte, que más del 75% de los CEO a nivel global ven cómo retener y acceder a talento calificado se ha convertido en un verdadero desafío para el desarrollo de sus negocios, En sintonía con lo anterior, las empresas que logren una diferenciación en el lugar de trabajo, lograrán alcanzar importantes ventajas competitivas. En este sentido, la oficina deberá ser considerada el centro de la interacción social.
¿Qué podemos esperar entonces de la nueva oficina?
Como lugar de interacción social deberemos apartarnos del mantra “ubicación, ubicación, ubicación” para lograr una “interactividad, multi-ambientalidad y bioseguridad”. Deberemos volver a oficinas donde la posibilidad de relacionarnos presencial y virtualmente converjan sin ningún traspié. El espacio físico dejará de ser propio para ser compartido; el óptimo y diligente uso de la tecnología y las herramientas colaborativas serán un “must” para todos colaboradores, independiente de jerarquía, área funcional o ubicación geográfica. Encontraremos el verdadero sentido del “all inclusive” de la oficina: sitios pensados y diseñados para: reuniones, almorzar, hacer ejercicio, estudiar, recrearse, comprar, descansar y ante todo interactuar. Exigiremos hoy más que nunca, altos estándares de aseo, ventilación, distanciamiento entre puestos, digitalización y activación de dispositivos por sensores. Las certificaciones e inspecciones en este sentido tomarán gran relevancia en nuestro retorno. Veremos múltiples remodelaciones y adaptaciones de espacios para que las oficinas sigan siendo competitivas y anfitrionas de procesos empresariales.
Considero que la oficina sin lugar a dudas tocará la nota musical RE: re-inventada, re-ideada, re-pensada, re-diseñada, re-imaginada, re-patriada, re-ubicada pero JAMÁS RE-MATADA.
Fuentes utilizadas para el desarrollo del siguiente artículo
Andi Más país: Informe Situación económica – Febrero 2021
www.economist.com/search?q=work+at+home
www.knightfrank.co.uk/office-space/insights/culture-and-space/2020-workplace-trends
www.cushmanwakefield.com/CW – The edge Magazine Vol 3
